Participa la FQ en la restauración de monumentos históricos
Con el trabajo de expertos del Laboratorio de Corrosión
Académicos adscritos al Departamento de Ingeniería Metalúrgica de la Facultad de Química, coordinados por Francisco Javier Rodríguez Gómez, participan en la restauración de monumentos históricos importantes del país, como las esculturas de Carlos IV El Caballito y La Minerva en Guadalajara, Jalisco, además de las estructuras del Museo Universitario del Chopo y el Faro de Tampico.
Al dictar la conferencia Corrosión de metales de interés artístico, cultural e histórico, Rodríguez Gómez ofreció un panorama acerca de diversos trabajos de colaboración en los que ha participado el Laboratorio de Corrosión de la Facultad, en donde explicó que los metales están sometidos todo el tiempo a la acción de la atmósfera, la cual les provoca corrosión.
La corrosión, precisó, “es el desgaste de un material debido a su interacción con el medio ambiente, a través de reacciones químicas y electroquímicas”. Ésta puede ser de tipo uniforme o localizada, dentro de esta última, se reconocen procesos corrosivos por picaduras, en resquicios o galvánica, entre otros.
Esta conferencia se realizó el viernes 31 de agosto en el Auditorio B de la FQ, como parte de los seminarios institucionales de la Secretaría Académica de Investigación y Posgrado (SAIP) de la Facultad de Química, y contó con la presencia de su titular, Felipe Cruz García.
Francisco Javier Rodríguez Gómez, jefe del Departamento de Ingeniería Metalúrgica, señaló que el grupo de corrosión de la Facultad está integrado por especialistas como Carlos Rodríguez, Vianey Torres, Fernando Flores, Paola Rocangliolo y Juan Genescá: “Manejamos líneas de investigación como técnicas electroquímicas y recubrimientos anticorrosivos, y porque tenemos experiencia en estas áreas es que hemos podido trabajar en monumentos de interés artístico, cultural e histórico”, expresó.
Al referirse a casos concretos de intervención en este tipo de monumentos, recordó que cuando se estaba haciendo la restauración del Museo Universitario del Chopo, “un edificio construido hace un siglo que podría desarmarse y rearmarse”, se observaron procesos de corrosión en las estructuras metálicas cubiertas con pinturas antiguas ricas en plomo. En este caso, apuntó, se revisó cuántas capas de pintura había hasta llegar al metal desnudo y se recomendó recubrir de mejor manera.
Posteriormente, añadió Francisco Javier Rodríguez, se trabajó en la escultura de bronce La Minerva en Guadalajara, Jalisco: “La figura no presentaba casi corrosión; sin embargo, se encontraron agrietamientos en la base de concreto con barras internas de hierro. En la parte en que se participó, se seleccionó el recubrimiento para la escultura”, indicó.
Más adelante, agregó el docente de la FQ, se trabajó en la restauración del Faro de Tampico, una estructura del siglo XIX, para lo cual se hicieron estudios de composición química, estructural y de corrosión: “Se encontraron daños por corrosión en las uniones de piezas metálicas, en las que se emplearon tornillos y se recomendó, para restaurarlo, eliminar algunos componentes que no eran originales, así como los recubrimientos viejos, a fin de utilizar mejores”, indicó.
Rodríguez Gómez expresó además que se colaboró en la restauración de la escultura ecuestre de Carlos IV El Caballito, pieza ubicada en el Centro Histórico capitalino, la cual es una aleación cobre-plomo y fue sometida a ácido nítrico concentrado para una restauración inicial fallida: “En este caso se hicieron pruebas electroquímicas para determinar la corrosión y, finalmente, se recomendó recubrir para conservar todos los hallazgos que se tuvieron durante el estudio”, expuso.
José Martín Juárez Sánchez