La microfluídica puede permitir grandes avances en la Medicina y otras áreas: Eugenia Corvera
Seminario del Departamento de Fisicoquímica
La microfluídica es un campo de estudio que hace factible recrear, en un pequeño dispositivo, las condiciones químicas y mecánicas a las que están sometidas las células de un órgano (como un corazón o un hígado), lo cual permitirá en el futuro grandes avances en la Medicina y otras áreas, señaló en videoconferencia la académica de la Facultad de Química Eugenia Corvera Poiré.
Al abordar el tema Microfluídica y sus aplicaciones, el 25 de agosto, Eugenia Corvera explicó que esta área, la cual involucra a ciencias como la Física, la Química, la Ingeniería y la Biotecnología, trabaja con fluidos, que incluyen tanto líquidos como gases que fluyen confinados en canales de escala micrométrica.
“¿Por qué estudiar la microfluídica? Porque muchas aplicaciones tecnológicas involucran la presencia y el control de fluidos, y porque las pequeñas escalas permiten funciones que no son posibles a grandes escalas, además de ofrecer economía en reactivos y la posibilidad de hacer muchos procesos simultáneamente”, indicó la universitaria.
Esta área, agregó, tiene diversas aplicaciones en Medicina y Biología: una idea constante es tener un laboratorio en un chip; por ejemplo, durante operaciones a corazón abierto hay que monitorear la química en el plasma sanguíneo y, para ello, ya existen microdispositivos basados en microfluídica, capaces de separar en tiempo real los góbulos rojos del plasma.
Otra ventaja evidente de esta disciplina, apuntó más adelante Eugenia Corvera, es la miniaturización de ensayos con sustancias, pues en lugar de utilizar matraces o tubos de ensayo se pueden emplear micro-gotas.
Luego de mostrar diversas ecuaciones diferenciales empleadas en esta área de estudio para medir y regular flujos, la docente explicó que, a microescalas, los flujos, en general, son reversibles, no presentan turbulencia y se mueven por capas. Asimismo, indicó que ya existen dispositivos basados en microfluídica, que recrean algunas funciones pulmonares, en donde se simula el flujo de aire y de sangre, así como la tensión mecánica cíclica para imitar la respiración.
Acoplar dispositivos que simulen distintos órganos ya es una realidad en investigación. “El poder de esta tecnología permitiría saber, por ejemplo, qué sucede cuando se pone una droga en aerosol en un organismo y seguir su efecto en los distintos “órganos” por los que pasa, a fin de conocer cómo influiría en la respuesta inmune o cómo se metabolizaría”, señaló Corvera Poiré.
Finalmente, apuntó: “el futuro de la microfluídica es tener un humano personalizado en un chip; es decir, conectar diferentes órganos en un chip, para recrear la funcionalidad de los distintos órganos verdaderos, para hacer mejores predicciones de la respuesta de los humanos a determinadas drogas”.
Para modelar órganos en un chip, precisó la docente, se necesitan flujos pulsados, pues “todas nuestras funciones fisiológicas tienen cierta periodicidad; por ejemplo: la sangre circula en el sistema arterial con la frecuencia cardiaca, o bien, el aire circula en nuestros pulmones con la frecuencia de la respiración; a esto me dedico: a estudiar flujos pulsados y sus aplicaciones a la Medicina y la microfluídica”, concluyó Eugenia Corvera.
Esta actividad formó parte de los seminarios de docencia del Departamento de Fisicoquímica de la FQ y fue moderada por la académica María Eugenia Costas Basín.
José Martín Juárez Sánchez