Amplia asistencia al Coloquio Obesidad: nutrición, genes y microbiota intestinal

En México se registra una epidemia de obesidad, donde el 71% de los adultos padece sobrepeso y el 30% de los niños ya son obesos y podrían convertirse en adultos que presenten graves problemas de salud, si esta situación no se resuelve.

En este contexto, el 76% de la mortalidad de los mexicanos se debe a enfermedades complejas asociadas a obesidad, incluyendo la diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedad cardiovascular, enfermedad hepática y cáncer. Este cambio también coincide con el hecho de que la población mexicana consume un 30% menos de verduras y frutas, 40% más de bebidas azucaradas y 10% más de carbohidratos, en comparación con hace 20 años.

Para abordar esta alarmante situación, desde la perspectiva de la ciencia y la investigación, más de mil estudiantes y académicos acudieron al Coloquio Obesidad: nutrición, genes y microbiota intestinal, realizado el pasado 25 de marzo en el Auditorio A de la Facultad de Química, con la participación de reconocidos especialistas de Alemania, Estados Unidos, Inglaterra y México.

En el encuentro, se abordaron temas como la genómica nutricional, disciplina que se centra en la interrelación entre la nutrición y la predisposición genética, en la cual se estudian las variaciones genéticas, los genomas y los mecanismos moleculares que entran en juego cuando el metabolismo se adapta a una dieta.

Asimismo, se analizó el papel de la microbiota intestinal (los microorganismos residentes en el intestino) como uno de los factores ambientales que contribuyen en el desarrollo de la obesidad.

En el coloquio también se buscó revisar la incidencia de la obesidad en el país, así como los factores genéticos y ambientales que pueden contribuir de manera importante al desarrollo o la prevención de enfermedades asociadas a este problema. Asimismo, se analizaron algunos métodos terapéuticos como la nutrición personalizada y la modificación de la microbiota intestinal.

Al inaugurar el coloquio, en el cual se realizaron seis conferencias dictadas por expertos nacionales e internacionales, Jorge Vázquez Ramos, director de la FQ, sostuvo que para enfrentar un problema tan grave como la obesidad y sus consecuencias en México, se requiere de un enfoque y un trabajo multidisciplinario.

“La obesidad, el síndrome metabólico y la diabetes son estados físicos que parecieran ser relativamente independientes; sin embargo, están unidos por redes moleculares y ambientales muy complejas. Llegar a comprender cómo se relacionan es todo un hito y se requiere el trabajo de muchas áreas de conocimiento para comprender los puntos centrales de esta problemática”, aseguró.

Por su parte, Jorge Peón Peralta, director del Instituto de Química de la UNAM, reconoció el esfuerzo de reunir a un notable equipo de expertos a nivel mundial en este coloquio.

Asimismo, destacó que la Facultad de Química “es un lugar ideal para manejar estas temáticas, pues aquí están las especialidades que necesitan entenderse y conjuntarse para tratar problemas de metabolismo, diabetes y genética. Aquí están los expertos en microbiología, bioquímica y biología molecular, entre otras áreas”.

El coloquio, organizado por la Secretaría Académica de Investigación y Posgrado (SAIP) de la FQ y el Instituto de Química de la UNAM, se realizó en el marco del 50 aniversario del Posgrado de esta dependencia universitaria.

En la inauguración de este encuentro estuvieron presentes Felipe Cruz García, titular de la Secretaría Académica de Investigación y Posgrado de la FQ, y Alexander Au, presidente del Servicio Alemán de Intercambio Académico.

Conferencias

Durante la conferencia Panorama de la obesidad en México. ¿Qué nos espera?, Teresa Shamah Levy, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública, señaló que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud de 2012, en México 30 por ciento de la población presenta obesidad, por lo que el país se ubica en el cuarto lugar de obesidad infantil en el mundo.

La prevalencia de sobrepeso en niños menores de cinco años en el país, indicó, es del 10 por ciento, es decir, más de un millón de niños menores de cinco años presenta este problema, y “la probabilidad de que estos niños padezcan obesidad es del 30 por ciento”.

Asimismo, expuso que la obesidad en mujeres mexicanas se ha triplicado en los últimos años, pues mientras que en 1988, el 9.5 por ciento de mujeres entre 18 y 49 años padecía obesidad, para 2012 este problema lo presentaba ya el 35 por ciento de la población femenina.

La especialista también comentó que entre las complicaciones que genera el sobrepeso no sólo están la diabetes y la hipertensión, sino también el cáncer, dislipidemias, insuficiencia cardiaca, trastornos en la menstruación e incluso infertilidad.

Shamah Levy apuntó también que dentro de los factores de riesgo de la obesidad están el bajo consumo de vegetales, granos enteros y frutas, así como el alto consumo calórico, el cual en México es de tres mil 300 calorías al día, cuando lo recomendado a nivel mundial es de dos mil 500.

En México, añadió, se ha sustituido el consumo de agua pura por bebidas azucaradas (refrescos), las cuales son catalogadas como las menos saludables. De hecho, tomar una o dos bebidas de éstas al día aumenta el riesgo de diabetes.

El problema de la obesidad en México es tan grave, concluyó, que “se debe considerar como una problemática poblacional y no individual, por lo que se requieren políticas públicas como regular la venta de alimentos chatarra en la edad escolar, incentivar instrumentos fiscales para favorecer el consumo de alimentos saludables o bien fomentar políticas agrícolas para estimular la producción a de alimentos saludables, así como campañas de orientación nutrimental a la población”.

Más adelante, Hannelore Daniel, de la Universidad Técnica de Múnich, Alemania, dictó la conferencia Nutrigenómica: rastreando el apetito de los genes.

Daniel se ha especializado en nutrigenética y nutrigenómica, en específico sus estudios se han enfocado en los principios básicos de transporte de nutrientes en los mamíferos a niveles genéticos, estructurales y funcionales.

En su exposición, la especialista remarcó la importancia para México del estudio y del planteamiento de soluciones para el problema de obesidad, pues de acuerdo con la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico), el país ocupa el segundo lugar a nivel mundial en cantidad de adultos obesos.

Además enfatizó que los estudios científicos recientes de nutrigenética y nutrigenómica han cambiado la percepción de la ciencia de la nutrición.

Los enormes esfuerzos en investigación de la nutrigenética, apuntó, han permitido identificar cientos de variantes genéticas que definen una susceptibilidad a la obesidad, diabetes y otras enfermedades dependientes del estilo de vida (dieta).

Sin embargo, añadió, sorprendentemente estos ejercen una baja influencia para el desarrollo de la enfermedad, por lo que el estudio de factores ambientales recobra importancia.

Por su parte, Michael Müller, investigador de la Universidad de Anglia del Este, Inglaterra, llevó a cabo la conferencia Nuevos abordajes para la investigación en nutrición y salud. Él es un reconocido experto en el área de la nutrición molecular relacionada con la homeostasis de los lípidos, la nutrigenómica y la biología de sistemas nutricionales.

En su plática, Müller remarcó la importancia que tienen los factores ambientales en la salud. En este sentido, señaló que es esencial un nuevo enfoque del estudio de la nutrición para comprender las relaciones causales entre los patrones alimentarios, los órganos y la salud; lo cual da lugar a una próxima y nueva generación de ciencias de la nutrición.

De acuerdo con el especialista, no ingerir comida en exceso, consumir sobre todo plantas y tener patrones alimenticios diversos (en calorías y composición), permite mantener un cuerpo flexible y saludable.

Los estudios científicos de Müller han mostrado que el reto para mantener la salud de la juventud a la vejez es el cuidado de la alimentación y hacer ejercicio.

Adicionalmente, el investigador habló de la importancia de la microbiota intestinal en la salud: “Un intestino sano es un guardián esencial para la salud humana”, sostuvo.

Al respecto, dijo que se requiere una mayor comprensión global de las interacciones microbiota intestinal-alimentos, para el desarrollo o reformulación de alimentos modernos más sanos y terapias personalizadas mejoradas para la salud.

En la sesión vespertina del coloquio, Iris Lindberg, investigadora de la Universidad de Maryland, impartió la conferencia Enzimas procesadoras de prohormonas: PC1/3, el tercer gen más relevante contribuyendo al riesgo de obesidad.

Durante su participación, la investigadora resaltó la importancia de las enzimas procesadoras de prohormonas en el desarrollo de obesidad, en específico de la PC1/3, prohormona convertasa, cuya deficiencia genera esta enfermedad.

La PC 1/3, explicó, se genera en el cerebro y en tejidos neuroendócrinos (como la glándula pituitaria y el páncreas) y su función es romper los precursores de hormonas (prohormonas) para generar otras como la insulina, glucagón (reguladoras de glucosa en sangre) y ghrelina (reguladora de saciedad), las cuales están implicadas en la regulación del metabolismo energético.

Por su parte, Armando Tovar Palacio, jefe del Departamento de Fisiología de la Nutrición del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zuribán, presentó el tema Prevención de las alteraciones metabólicas de la obesidad: la nutrigenómica.

En su exposición señaló que la obesidad es un problema de salud pública en México y a nivel mundial, pues siete de cada 10 mexicanos la presentan, esto de acuerdo con la encuesta que realizó el Instituto Nacional de Salud Pública, en 2012.

Tovar Palacio definió a la obesidad como el exceso de tejido adiposo (tejido graso) en el organismo, factor de riesgo para presentar diversas enfermedades.

En este sentido, asentó que la dieta y los nutrimentos de ésta pueden dar pie a cambios metabólicos en el organismo. “Los nutrimentos pueden regular la expresión de genes en el tejido adiposo, el cual juega un papel central en las alteraciones metabólicas”.

Microbiota y obesidad

Samuel Canizales Quinteros, docente de la FQ y responsable de la Unidad de Genómica de Poblaciones Aplicada a la Salud de la Facultad en el Instituto Nacional de Medicina Genómica, habló sobre la Participación genética y la microbiota intestinal en la obesidad.

En su exposición, afirmó que en México más del 30 por ciento de la población presenta obesidad, por lo que ésta se ha convertido en un serio problema de salud pública.

“Si bien los mexicanos tenemos una alta predisposición genética a desarrollar obesidad, no es el único factor que la determina, depende de otros como el desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto energético, además del sedentarismo, los factores prenatales y la nutrición”, indicó.

El académico de la FQ enfatizó que se tiene que trabajar para resolver este problema, escenario que no será fácil de revertir pues esta transición epidemiológica empezó en los últimos 30 años.

En cuanto a la microbiota intestinal, dijo que ésta tiene funciones indispensables para el organismo, como el metabolismo de ácidos biliares, la obtención de vitaminas y además es clave en el proceso y estimulación del sistema inmune.

Canizales Quinteros señaló que si se presentan alteraciones en la microbiota, éstas se pueden trasladar a diversos tejidos y pueden llevar a una posible causa de las complicaciones de la obesidad.

“La microbiota se puede modificar por la dieta y es un campo interesante por la posibilidad de desarrollar prebióticos y probióticos, pero aún faltan estudios por realizar para saber qué función tienen en ella las bacterias”, concluyó.

Canizales Quinteros participó también como coordinador académico de este evento junto con Karina Martínez Mayorga, del Instituto de Química, y Carolina Peña Montes, docente de la FQ y exalumna del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD).