Acredita la Facultad de Química sus cinco licenciaturas por un periodo de cinco años
La acreditación se logró luego de que la Facultad fue evaluada por los Consejos Acreditadores autorizados:
Dos comités del Consejo de Acreditación de la Enseñanza de la Ingeniería (CACEI) evaluaron, cada uno por separado, las carreras de Ingeniería Química e Ingeniería Química Metalúrgica.
Asimismo, un comité del Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Farmacéutica (COMAEF) evaluó la licenciatura en Química Farmacéutico-Biológica.
Dos comités del Consejo Nacional de la Enseñanza y del Ejercicio Profesional de las Ciencias Químicas (CONAECQ) evaluaron, respectivamente, las carreras de Química y Química de Alimentos.
Las acreditaciones a los programas de las carreras de Ingeniería Química e Ingeniería Química Metalúrgica se establecieron por un periodo de cinco años a partir del 16 de febrero del 2012, mientras que el correspondiente al de la licenciatura en Química, corre a partir del 26 de marzo de 2012 al 25 de marzo de 2017.
En tanto, el programa de la licenciatura en Química de Alimentos quedó acreditado a partir del 24 de noviembre de 2011 al 23 de noviembre de 2016; mientras que el de la carrera de Química Farmacéutico-Biológica, quedó establecido del 6 de diciembre de 2011 al 6 de diciembre de 2016.
Los tres Consejos Acreditadores, avalados por el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (COPAES), resolvieron la acreditación de las cinco carreras que se ofrecen en la Facultad de Química, a partir de la intensiva autoevaluación realizada por la Facultad y de las visitas efectuadas por los evaluadores a la institución, en las que pudieron comprobar debidamente lo asentado en los documentos de autoevaluación.
Durante la ceremonia de entrega de las constancias de acreditación, realizada el pasado 29 de mayo en el Salón de Directores de la FQ, el titular de esta entidad, Jorge Vázquez Ramos, afirmó que este reconocimiento “otorga valor agregado a nuestros estudiantes, con lo que pueden competir de mejor manera con los de otras instituciones, e incluso, ahora que ya se habla de la acreditación internacional, con los de otros países”.
En presencia de los representantes de los organismos acreditadores, de profesores eméritos, los coordinadores de las cinco carreras y los jefes de departamentos académicos, entre otras personalidades, el Director apuntó que este logro se debe al empeño y trabajo comprometido de los académicos, coordinadores de carrera y las autoridades de la Facultad.
Vázquez Ramos también reconoció la labor de los evaluadores, quienes realizaron su trabajo con un gran compromiso y objetividad. “Nos hicieron críticas justas, siempre viendo hacia el futuro de nuestras carreras y de nuestra Universidad”.
Al tomar la palabra, el presidente del CACEI, Fernando Ocampo Canabal, dijo que las instituciones educativas deben pensar a largo plazo, en las futuras generaciones. Añadió que para encaminarse hacia la acreditación internacional, lo más importante es que las autoridades y los profesores asuman un compromiso real por mejorar la calidad de la educación.
Por último, el presidente del CONAECQ, Mario Fernández Zertuche, sostuvo que la Facultad de Química de la UNAM ha formado los pilares de esta disciplina en el país, al incorporar la experiencia de sus académicos y generar equipos capaces, que han sabido darle un sello a sus egresados. Asimismo reconoció la disposición de esta Facultad para someterse a los programas de evaluación, ajustándose a las reglas que se aplican a todos.
Trascendencia
Para una eventual acreditación de las licenciaturas, los Consejos Acreditadores toman en cuenta y valoran las metodologías de la enseñanza; la funcionalidad y equipamiento de las aulas y laboratorios; la cantidad y aprovechamiento de los alumnos por grupo; la calidad, asistencia y cumplimiento de los docentes; la productividad del profesorado en investigación, la congruencia y apego a los planes y programas de estudio, el equipamiento de los laboratorios, el estudio de las cifras asociadas a reprobación, egreso y titulación, la percepción de los estudiantes sobre los cursos, la formación y los servicios que reciben, y muchos otros aspectos medibles como indicadores, obligatorios o complementarios, incluidos en los manuales de autoevaluación.
Garza Velasco detalló que las etapas decisivas del proceso de acreditación incluyen intensas actividades de autoevaluación, las cuales involucran a la mayor parte de los profesores de la institución, y la elaboración de documentos muy extensos y detallados que son entregados a los organismos acreditadores.
Posteriormente, se agenda una visita de algunos días en la que los evaluadores capacitados, académicos de elevado prestigio, verifican lo que los responsables de la carrera evaluada declaran por escrito en los documentos de autoevaluación, supervisando físicamente el proceso de enseñanza- aprendizaje, entrevistando a alumnos y profesores, e inclusive, conociendo instalaciones, sistemas computacionales de apoyo, equipo de laboratorio, cumplimiento de las normas de seguridad, modelos de organización, intensidad de la vinculación con los campos del ejercicio profesional, productividad y nivel de los profesores que realizan investigación, etc.
El aval que otorga el Consejo Acreditador para una carrera, refirió Raúl Garza, es fundamental para los estudiantes, pues comprueba su adecuada calidad de manera pública y ello llega a ser tomado en cuenta incluso por quienes contratan a los egresados.
Así, en los años recientes creció y mejoró la infraestructura de la Facultad, se incrementó el número de libros y de espacios en las bibliotecas, se avanzó en el equipamiento de los laboratorios, en los procesos de contratación de profesores, creció el número de becas y la movilidad estudiantil a otras instituciones nacionales y del extranjero, disminuyó la deserción y aumentó el número de titulados, entre otros diversos avances.
Para la actual acreditación de las carreras volvieron a intervenir activamente todas las áreas de la FQ: la Dirección, las secretarías, los profesores, las jefaturas de los departamentos académicos, las coordinaciones de carrera y otras muchas coordinaciones, desde luego los estudiantes, e inclusive, el personal administrativo.
Por ello, concluyó el secretario General, se trata en verdad de un logro de toda la comunidad “que mucho nos motiva para continuar mejorando nuestras funciones prioritarias”.